Presentamos el balde de IML más grande del mundo
En el universo del etiquetado en molde (IML), el tamaño no importa. Desde las etiquetas más pequeñas ―utilizadas, por ejemplo, para aplicaciones médicas― hasta la decoración de baldes tan grandes como la cabeza de un caballo, la versatilidad y calidad de impresión offset del IML se adaptan perfectamente a múltiples formas, tamaños y mercados de empaque. Esto incluye el balde de 78 l de Emmer Ltd.: el cubo de IML más grande del mundo.
Un estreno mundial
Emmer Ltd., una empresa con sede en el Reino Unido, ha lanzado recientemente un balde decorado con IML de 78 l. Se trata de un verdadero estreno mundial en términos de volumen, tal como lo confirmaron los equipos de Ventas de IML de MCC para los EE. UU., Australia y Oriente Medio: hasta entonces, el récord le pertenecía a un cubo de 60 l.
La durabilidad es clave
Los requisitos para las etiquetas del balde de 78 l de Emmer Ltd. eran claros: durabilidad, gráficos de alta calidad y reciclabilidad. Gracias a su experiencia en el ámbito del IML, Jerry Mulders, fundador de Emmer Ltd., sabía que el etiquetado en molde podía cumplir cada una de esas expectativas.
“Nuestros baldes de 78 l están principalmente diseñados para el mercado agrícola. Conozco agricultores a los que estos cubos de gran tamaño les resultan sumamente prácticos, ya que pueden dejar sus baldes de comida en el campo hasta que se vacíen durante mucho más tiempo que los cubos más pequeños. Por supuesto, esta ventaja también trae aparejada la necesidad de contar con baldes y etiquetas duraderos, debido a su exposición a condiciones climáticas adversas, ya sea que llueva o truene. Ahí es precisamente donde se destaca el IML”, afirma Jerry.
“Efectivamente. Para mejorar la durabilidad de la etiqueta IML, le aplicamos una combinación de tintas específicas y lacas protectoras. Esto garantiza que el balde mantenga su aspecto de alta calidad durante mucho tiempo”, agrega Dean Poole, gerente regional de Ventas de IML para MCC.
Reutilizables y reciclables
Una vez vacíos, estos baldes de gran tamaño se pueden reutilizar de las maneras más sorprendentes. Imagine a sus hijos inventando divertidos juegos de agua con ellos. O convierta los cubos en grandes maceteros, en bebederos para animales o incluso en prácticos cestos de almacenamiento para su cobertizo de jardín.
Además, gracias al IML, los baldes son muy fáciles de reciclar al final de su vida útil, ya que no contienen ningún otro material (como etiquetas de papel pegadas, por ejemplo) que contamine el proceso de reciclaje.
Trabajo en equipo
Desde el concepto sobre las muestras hasta la producción efectiva del balde, el trabajo en equipo fue un factor decisivo para que este proyecto se hiciera realidad.
MCC fue fundamental para ayudar a Emmer a superar los desafíos a los que nos enfrentábamos con una etiqueta tan grande y, en particular, con las complejidades asociadas al moldeo en polietileno de alta densidad. No tengo palabras para agradecer al equipo de MCC por su inquebrantable apoyo a lo largo de todo este proceso
Jerry Mulders, fundador de Emmer Ltd.
